En un territorio desvertebrado como el aragonés, las actividades de Salud Comunitaria cobran una especial importancia. Miriam nos cuenta su experiencia en el Taller de Primeros Auxilios que realizaron recientemente en Bulbuente (Zaragoza):
Formo parte de un pequeño pueblo del Moncayo llamado Lituénigo. Poco a poco vemos como nuestros mayores van muriendo y como la gente emigra a las ciudades. No por ello debemos abandonar a la gente que queda y mucho menos dejar de animar a la gente jóven a que visite nuestros pequeños rincones, unos rincones llenos de vida, aire fresco y salud en potencia.
En este pequeño rincón los habitantes intentamos enseñarnos unas a otras lo que mejor sabemos hacer cada una, y en el caso de María y mío que somos enfermeras decidimos preparar una charla sobre Primeros Auxilios. Junto con otras compañeras enfermeras del pueblo hace 3 años impartimos una charla similar en nuestro pueblo, pero esta vez queríamos difundir los Primeros Auxilios a más pueblos vecinos, en este caso a Bulbuente, pueblo del que también formo parte.
Al acto acudió gente de todas las edades, la mayor parte era gente de mediana y avanzada edad.
La meta con estas charlas, además de mantener el dinamismo rural es ofrecer lo que mejor sabemos hacer, que es CUIDAR y ASISTIR a las personas. Soy testigo de que en los pueblos cuando algún imprevisto de salud ocurre, las ambulancias tardan mucho en llegar dados los km que separan estos pueblos de los núcleos urbanos. A veces hay emergencias donde se necesita una atención inminente y en estos pequeños pueblos a veces no es posible. En la charla de este sábado instruimos a los habitantes de Bulbuente en conocer los signos y síntomas de alarma que necesitan atención temprana, como una parada cardiorespiratoria, una asfixia por obstrucción de la vía aérea, lipotimias, crisis de ansiedad, picaduras y shock anafiláctico, heridas, curas, vendajes y también propusimos los elementos básicos que debe contener un botiquín casero. Hay casos en los que con un simple gesto y un reconocimiento temprano de lo que está ocurriendo se pueden preveer consecuencias mortales. Sobretodo estuvimos insistiendo en lo importante que era no empeorar la situación y ayudar a mantener al paciente de la mejor forma posible hasta que llegara la asistencia sanitaria.
La charla fue un éxito, ya que muchas de las nociones básicas que dimos no eran conocidas por lxs asistentes. Además nos dejaron unos muñecos de simulación de parada cardiaca donde pudimos enseñar la resucitación cardiopulmonar y lxs asistentes pudieron practicar las compresiones torácicas que tanto han salvado vidas.
Con esto quiero insistir en que no debemos abandonar las zonas rurales donde tanto nos gusta ir a respirar los fines de semana. Y por supuesto no debemos olvidar a nuestros mayores que también merecen ser atendidos y entrenados para la supervivencia en un pequeño pueblo, a veces tan complicada y con tan pocos medios.
Miriam Aznar Lapuente